martes, 25 de septiembre de 2012

Encontrar piso en Roma.


Empieza a convertirse en una tarea difícil. Mucho más de lo que yo pensaba.

Misión complicada.

No hay carteles en los balcones ni ventanas, aquí no se lleva eso de colgar tu anuncio en un supermercado, las agencias viven de los clientes en vez de los propietarios (con lo cual, muy caro), el periódico ‘más famoso’ en inmobiliarios no hay quien lo lea, en fin…

Cuanto más buscamos, más andamos; cuando más andamos, más vemos; cuanto más vemos, más nos gusta; más nos enamoramos. Es increíble que cada cinco minutos topes con un gran monumento, de esos que te hacen sentir pequeñita.

Teníamos una ilusión. Vivir en Monti. Paseábamos y no podíamos dejar de imaginarnos y de hacernos ilusiones de vivir en uno de esos balcones y áticos en los que puedes disfrutar de la ciudad a vista de pájaro.
Monti es un barrio bohemio en el corazón de Roma, de calles estrechas, pisos antiguos, y fachadas preciosas. Un poco caro pero dentro de nuestras posibilidades… Después de recorrernos bar a bar, y tienda a tienda, preguntando por ‘si conocciere a una persona que nui affitare un appartamentti’ (no os metáis con mi léxico italiano, que estoy aprendiendo J) y no encontrar respuesta, descartamos la ilusión.
Os dejo con alguna foto de este barrio para que os hagáis una ligera idea. Tiene mercadillos vintage, tiendas de segunda mano, y librerías-caffé bohemias…





























Tras los tres mil números a los que hemos llamado, hemos podido ver dos. Una chusta.
Aparte de ser caros, y no muy buena zona, los presentan fatal (sucios, persianas y ventanas rotas, colchones pordioseros, sin salon…)

Asique nada, continuamos con la misión. Espero abortarla pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario