miércoles, 26 de septiembre de 2012
Lo que se encuentra por aquí.
Si no recoges el excremento de tu perro: eres una mierda.
Estarías contento si voy a hacer mis necesidades a la puerta de tu casa?
martes, 25 de septiembre de 2012
Encontrar piso en Roma.
Empieza a
convertirse en una tarea difícil. Mucho más de lo que yo pensaba.
Misión complicada.
No hay
carteles en los balcones ni ventanas, aquí no se lleva eso de colgar tu anuncio
en un supermercado, las agencias viven de los clientes en vez de los
propietarios (con lo cual, muy caro), el periódico ‘más famoso’ en
inmobiliarios no hay quien lo lea, en fin…
Cuanto más
buscamos, más andamos; cuando más andamos, más vemos; cuanto más vemos, más nos
gusta; más nos enamoramos. Es increíble que cada cinco minutos topes con un
gran monumento, de esos que te hacen sentir pequeñita.
Teníamos
una ilusión. Vivir en Monti. Paseábamos y no podíamos dejar de imaginarnos y de
hacernos ilusiones de vivir en uno de esos balcones y áticos en los que puedes
disfrutar de la ciudad a vista de pájaro.
Monti es un
barrio bohemio en el corazón de Roma, de calles estrechas, pisos antiguos, y
fachadas preciosas. Un poco caro pero dentro de nuestras posibilidades… Después
de recorrernos bar a bar, y tienda a tienda, preguntando por ‘si conocciere a
una persona que nui affitare un appartamentti’ (no os metáis con mi léxico
italiano, que estoy aprendiendo J) y no encontrar respuesta, descartamos la ilusión.
Os dejo con
alguna foto de este barrio para que os hagáis una ligera idea. Tiene
mercadillos vintage, tiendas de segunda mano, y librerías-caffé bohemias…
Tras los tres mil números a los que hemos llamado, hemos podido ver dos. Una chusta.
Aparte de ser caros, y no muy buena zona, los presentan fatal (sucios, persianas y ventanas rotas, colchones pordioseros, sin salon…)
Asique nada, continuamos con la misión. Espero abortarla pronto.
domingo, 23 de septiembre de 2012
Dicen que las cosas que no se planean, son las que mejor salen.
Llamemoslé el destino, o la casualidad, que quiso
poner a cuatro amigas en esta tesitura en un abrir y cerrar de ojos. Sí,
en un abrir y cerrar de ojos. Dicen que las cosas que no se planean son las que
mejor salen. Pues así fue. En cuestión de 4 días, cambiamos nuestro futuro
“inmediato”, nuestro próximo año universitario, nuestros próximos 9 meses del
nuevo curso, nos permitimos el lujo de maquillarlo; de cambiar el lugar. No es
fácil. Cuatro personas distintas, de corta edad, segundo año de carrera, un
país distinto, un idioma distinto, alejados de todos aquellos que nos han
acompañado a lo largo de nuestra corta vida... Aunque sólo sean algunos pocos de
kilómetros, es lo suficiente. No será fácil, pero si será memorable, o eso
esperamos. Una experiencia de este calibre se debe respetar, aprovechar y exprimir; en todos los sentidos. Por ello quiero haceros partícipes de ella.
Lo que es
bueno no dura para siempre, dura lo suficiente para que sea inolvidable.
Y por ello, quiero dejar mi historia.
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